El aprendizaje activo no es algo nuevo, como tampoco lo es que un profesor proponga realizar experimentos en clase pero sí que lo está siendo el impulso que se da desde las instituciones educativas para fomentar las actividades en el aula como parte principal en la adquisición de conocimientos.
Entre sus beneficios están:
Generan curiosidad por lo desconocido y entusiasmo para enfrentarse a un problema.
Requieren de la participación del estudiante.
Impulsan el trabajo en equipo y la organización grupal.
Estimulan el respeto por las opiniones ajenas.
Fomentan el espíritu crítico a la hora de cotejar los resultados.
Promueven la reflexión tras la realización del experimento para extraer conclusiones.
Favorecen la rigurosidad en el trabajo realizado.
Es fundamental recordar que los experimentos deben realizarse bajo supervisión de un adulto.
Aquí os dejo un enlace a 100 experimentos sencillos de física y quimica:
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